Inscríbete ya en el ciclo ‘El mapa del crimen’

Los sábados 18 y 25 de mayo, y 8, 15 y 29 de junio, en Cervantes y compañía y el parque del Retiro (si el tiempo lo permite), viajaremos a los principales territorios de la ficción criminal y brindaremos por ellos. Plazas limitadas. Apúntate ya.

De 11:30 a 13:00. Matrícula completa, 50€. Asistencia a sesiones sueltas, 15€. Plazas limitadas.

Ahora que ya hemos recorrido la historia —si te perdiste este taller y estás interesado en recibirlo, puedes escribirme a marina@cervantesycia.com—, vamos a viajar con el crimen para, a través de los principales autores y obras, y explorando cada uno de los territorios del delito, comprender mejor las herramientas, idiosincrasia y secretos del género.

Con este fin, os propongo un recorrido de 5 sesiones de encuentro y aperitivo, en Cervantes y compañía y en el Retiro (los sábados de feria).

A continuación, os dejo las claves del taller y el modo de inscripción. Las plazas son limitadas.

Presencial:

Novela negra anglosajona. El principio y el fin. De Chandler, Hammett y Christie a Ellroy, Connelly y Harper. Empezaremos explorando los lugares donde se localiza la consolidación del género y seguiremos cómo ha ido evolucionando dentro de sus fronteras.

Lecturas recomendadas: La llave de cristal, de Dashiell Hammett, El asesinato de Roger Ackroyd, de Agatha Christie, El talento de Mr. Ripley, de Patricia Highsmith y El hombre perdido, de Jane Harper.

Francia e Italia. Detectives, costumbrismo y true crime. Sobrevolando a Sciascia y a Simenon, Profundizaremos en el nacimiento del detective mediterráneo y nos perderemos en la novela negra europea, donde la gastronomía, el paisaje y el contexto son fundamentales. Por otra parte, analizaremos el auge del true crime y reflexionaremos sobre su éxito y lo que implica en la realidad.

Lecturas recomendadas: El comisario Montalbano. Los primeros casos, de Andrea Camilleri, Sobre la losa, de Fred Vargas, El adversario, de Emmanuel Carrère y La escuela católica, de Edoardo Albinati.

El crimen nórdico. Frío, sangre y oscuridad. Desde que a mediados de los años sesenta con Roseanna los nórdicos empezaran a colonizar el noir, su aportación al género ha resultado indispensable: nuevos arquetipos, el trazado de una literatura del frío, crimen en el entorno doméstico y violencia machista se dan la mano en sus relatos casi siempre superventas.

Lecturas recomendadas: Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, El hombre celoso, de Jo Nesbø, y Las garras del águila, de Karin Smirnoff.

Novela negra japonesa. El crimen en otro planeta. En Japón las reglas son distintas y pocas cosas mejor que su literatura del crimen para intentar comprenderlas. En esta sesión, haremos un recorrido por los principales países asiáticos asociados al género —India, China, Corea y Japón— y nos detendremos en este último para disfrutar de su fascinante forma de mirar el mundo y las relaciones humanas.

Lecturas recomendadas: India, La edad del vicio, de Deepti Vapor; Corea, Tengo derecho a destruirme, de Kim Young-ha; China, Muerte de una heroína roja, de Qiu Xiaolong; Japón, El castillo de arena, de Seicho Matsumoto; Out, de Natsuo Kirino; y La luz del norte, de Hideo Yokoyama.

Novela negra en español. La historia a través del crimen. Terminaremos nuestro viaje ya en casa y, sin dejar de mirar al otro lado del océano, donde hallaremos las voces de los grandes del noir latinoamericano, nos centraremos en cómo nuestras historias más sangrientas, sin despreciar la ironía y el sarcasmo como salvavidas, han servido, entre otras muchas cosas, para mostrar nuestra historia más reciente, sus pasiones y pequeñas y grandes revoluciones, desde finales del siglo XIX hasta nuestros días.

Lecturas recomendadas: Tatuaje, de Manuel Vázquez Montalbán, Ritos de muerte, de Alicia Giménez Bartlett, El lejano país de los estanques, de Lorenzo Silva y Esperando al diluvio, de Dolores Redondo.

Virtual o externo: si no estás en Madrid pero te interesa el ciclo, o si ya tienes un club de lectura o grupo propio interesado en alguna sesión, escríbeme a marina@cervantesycia.com y cerramos envío de materiales y fecha de encuentro virtual o físico.

PRECIO DE LA INSCRIPCIÓN: 

—Matrícula en el ciclo completo, 50€.

—Matrícula en sesiones independientes, 15€ por sesión.

¿CÓMO INSCRIBIRSE? 

—A través de Paypal, realizando el pago de la inscripción clicando AQUÍ e indicando en el concepto «Alta + nombre del inscrito/a + ciclo completo o nombre de la sesión elegida».

—Para inscribiros mediante transferencia o Bizum, podéis enviarme un correo electrónico y os facilitaré los datos necesarios. Mi dirección es marina@cervantesycia.com.

Mis cinco lecturas favoritas de este invierno

Es sábado por la tarde y en Valencia ha hecho un día de sol. Ya es primavera y esta mañana, siguiendo los sabios consejos de mi hermana, he empezado a leer Blackwater, que no sé si me enganchará, ya lo veremos. Lo que sí tengo claro es cuáles han sido mis lecturas favoritas de este invierno (no todas son novedad, pero ha sido en estos meses cuando han caído en mis manos, es un hecho). De menos a más, las reseño brevemente a continuación.

5. Amistad para adultos, de Nao-Cola Yamazaki, en Shiro Libros. Los tres relatos de este librito brevísimo pero de una belleza excepcional, sobre todo los dos últimos, llegaron a mis manos por recomendación de María Felices, mi compañera en Cervantes y compañía, que conoce mis gustos literarios casi casi mejor que yo. Los cuentos de Nao-Cola Yamazaki abordan las relaciones humanas de nuestro tiempo con una sencillez y una elegancia poco corrientes, miran el mundo y nos sorprenden, hablan de nosotros y, sobre todo, describen Tokio y sus dinámicas sin recurrir a los tópicos ni las sombras.

4. Los reyes de la casa, de Delphine de Vigan, en Anagrama. La incursión en el Thriller de Delphine de Vigan, que me llevé a casa gracias a una de las sesiones del ciclo sobre historia de la novela negra francesa que celebramos mensualmente en la Biblioteca Eugenio Trías, no decepciona, algo que suele suceder cuando autores no habituales del género deciden abrazarlo y caen en la trampa de la condescendencia. Afortunadamente no es el caso. La desaparición de Kimmy, la hija pequeña de una influencer multimillonaria, es el punto de partida de una investigación cuyas causas y consecuencias nos llevan desde el hoy hasta un futuro cercano para invitarnos a reflexionar sobre el valor de la intimidad, el uso que hacemos del progreso y cómo proteger (o no) de la exposición mediática a los más pequeños.

3. La escritura como un cuchillo, de Annie Ernaux, en Cabaret Voltaire. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con un ensayo sobre literatura y sobre cómo y por qué escribir. Anteriores a la concesión del Nobel, los correos electrónicos que Annie Ernaux aceptó intercambiar con Frédéric-Yves Jeannet durante aproximadamente un año, para profundizar en las luces y las sombras de su escritura son un tesoro. La literatura entendida como exploración pero también, según el grado de inmediatez de la escritura y su capacidad de registro, como gozo, o la importancia del origen de la voz que cuenta para dignificar el objeto del relato… todos los temas de esta correspondencia son interesantes y abordados desde la honestidad y no desde la pedantería o la distancia en las que resulta tan tentador atrincherarse cuando ya se ha alcanzado el éxito.

2. La mujer fugitiva, de Alicia Giménez Bartlett, en Destino. Cada vez con más frecuencia se nos olvida que para escribir una buena novela negra no es suficiente con contar la historia de un crimen. Más bien al revés, el crimen debe ser solo el principio. De esta afirmación La mujer fugitiva, la aventura numero trece de Petra Delicado y Fermín Garzón, es un excelente ejemplo. Me explico con más detalle en la reseña publicada en ABC Cultural.

1. Brazilian Psycho, de Joe Thomas, en Salamandra. La ambición de Brazilian Psycho, que por lo arriesgada podría resultar fallida, se cumple con creces. Nos encontramos ante una novela que cuenta un país entero a partir de una sorprendente estructura y un elenco integrado por decenas de personajes; voces que se mezclan para construir en paralelo el relato de una serie de crímenes salvajes y una historia de corrupción real. De Lula a Bolsonaro, de la favela Paraisópolis al próspero Morumbi, de la escena de un crimen en el parque a los despachos en las plantas más altas de los edificios donde se alojan las grandes corporaciones internacionales que mueven los hilos… un viaje sinuoso, porque la forma del texto cambia sin darnos respiro, e inolvidable, capaz de captar a la vez belleza y desesperación.

Inscríbete ya en mi taller ‘Una historia exprés de la novela negra’

El sábado 16 de marzo, de 11:30 a 14:00, en Cervantes y compañía, repasaremos la historia del género en un taller que disfrutaremos con el aperitivo. Plazas limitadas. Apúntate ya.

Y, si no estás en Madrid, el jueves 21 de marzo, de 19:00 a 21:00, tendremos el encuentro virtual.

Marina Sanmartín. © Luis Gaspar.

¿Cómo empezó todo? ¿Por qué la novela negra se llama «novela negra»? ¿Qué voces y títulos imprescindibles no pueden faltar en la biblioteca de un adicto al género? ¿Qué subgéneros se han consolidado como recurrentes en nuestro tiempo y cuál ha sido su evolución? ¿De dónde han salido? ¿Qué debemos tener en cuenta si queremos escribir sobre un crimen?

A estas y a otras muchas preguntas les daremos respuesta en el taller-vermú ‘Una historia exprés de la novela negra’, en Cervantes y compañía. Además, como el encuentro coincidirá con la hora del aperitivo, aprovecharemos para brindar mientras charlamos.

A continuación, os dejo las claves del taller y el modo de inscripción. Las plazas son limitadas.

FECHA, HORARIO Y LUGAR DEL TALLER: 

Presencial, Sábado 16 de marzo, de 11:30 a 14:00 horas, en la librería Cervantes y compañía (C/ Pez 27, Madrid). Plazas limitadas.

Virtual, jueves 21 de marzo, de 19:00 a 21:00 horas.

PRECIO DE LA INSCRIPCIÓN: 

—Matrícula en el taller presencial, 15€.

—Matrícula en el taller virtual, 10€.

¿CÓMO INSCRIBIRSE? 

—A través de Paypal, realizando el pago de la inscripción clicando AQUÍ e indicando en el concepto «Alta + nombre del inscrito/a + taller presencial/virtual de novela negra».

—Para inscribiros mediante transferencia o Bizum, podéis enviarme un correo electrónico y os facilitaré los datos necesarios. Mi dirección es marina@cervantesycia.com.

CONTENIDO DEL TALLER:

1. Coordenadas para el viaje: fronteras de nuestro destino y mención a otras latitudes. 

2. Una historia del género:

—2.1. Antecedentes. Siglos XVIII y XIX.

—2.2. Siglo XX, antes y después de la Guerra Fría.

3. En paralelo a los dos puntos anteriores: aparición y protagonismo de los distintos subgéneros y los géneros híbridos —el thriller histórico y la ciencia ficción criminal—.

4. Bibliografía imprescindible y siempre en construcción.

LECTURAS RECOMENDADAS Y REPRESENTATIVAS, EN LAS QUE SE HARA ESPECIAL HINCAPIÉ DURANTE EL TALLER:

Wilkie COLLINS. La piedra lunar. Penguin Clásicos, 2016.

Dashiell HAMMETT. La llave de cristal. Alianza, 2011.

Agatha CHRISTIE. El asesinato de Roger Ackroyd. Booket, 2018.

Josephine TEY. La hija del tiempo. Hoja de lata, 2020.

Daphne DU MAURIER. Rebeca. Debolsillo, 2006.

Patricia HIGHSMITH. El talento de Mr. Ripley. Anagrama, 2022.

John LE CARRÉ. El topo. Booket, 2016.

John, CONNOLLY. Todo lo que muere (Charlie Parker 1). Maxi-Tusquets, 2008. 

Stieg LARSSON. Los hombres que no amaban a las mujeres. Destino, 2023.

Alicia GIMÉNEZ BARTLETT. La mujer fugitiva (Petra Delicado 13). Destino, 2024.

Hideo YOKOYAMA. Seis Cuatro. Salamandra, 2023.

‘El mundo deslumbrante’

El día es gris; un jueves por la mañana que coquetea con la lluvia. Quito el agua, apago las luces indirectas que, hasta hace unos minutos, han enfocado el puzle —una misión titánica, reconstruir el Perro semihundido—, cierro la mochila y compruebo por enésima vez que no queda nada enchufado y las claraboyas están cerradas. El fregadero está vacío, la cama hecha, he colgado la ropa limpia en el armario y estirado la tela que protege el sofá. He vaciado la nevera, tirado la basura, quitado el polvo sin demasiada energía. He escogido un par de novelas y guardado los diarios, que se vendrán conmigo. He cambiado las sábanas para tener un aliciente cuando vuelva.

Pakistan ha tomado represalias y bombardeado una localidad iraní en la frontera.

En cuanto al resto de conflictos, queda lejos el fin.

Pienso que nos podría pasar a nosotros.

Todo lo ajeno se transforma cuando se torna propio; más si se trata del dolor. Por eso no hay otra forma de entender el sufrimiento que «probárnoslo» ajustando la medida a nuestra cotidianidad, a los niños que queremos, a los lugares que amamos y en los que hemos sido amados. Es así como se hace insoportable. La única manera de compadecernos.

Y ahora yo me voy.

Mientras intento subirme la cremallera del abrigo, que siempre se me resiste, siento que la luz que me despide sea tan pálida, tan latente. La luz de un día de lluvia fina. Echo de menos el sol de invierno, el amarillo gélido sobre los árboles de las calles de Madrid que recorro deprisa, con la mochila al hombro y el peso del portátil entre las manos, en dirección al cercanías destino Chamartín. Madrid codifica mis recuerdos en un lenguaje secreto, los protege… y es importante la luz.

Ayer por la tarde, antes de dejar la librería, salió de la enésima caja de novedades la nueva edición de El mundo deslumbrante, mi novela favorita de Siri Hustvedt junto con Todo cuanto amé. La leí hace muchos años, cuando todavía estaba en Anagrama y encontré un ejemplar en Enclave de Libros. Era color crema, y todavía lo conservo entre los títulos que rodean mi cama en la buhardilla, mil veces subrayado, mil veces herido por la mirada ajena que, al posarse sobre la historia, mágicamente la modifica.

«Mi» mundo deslumbrante es este que habito rodeada de afectos indefinibles y palabras con tendencia a llegar en el último momento, como salvavidas.

Al escribir me hablo a mí misma y, a la vez, lanzo un mensaje en una botella al mar embravecido.

Empieza el viaje.

Hacia dentro y hacia fuera.

El relato está en las entrañas de la tierra, al otro lado de la ventanilla del tren, en mi lengua y en mi cabeza. Es un reptil que debe amaestrarse.

Mis cinco ensayos indispensables de 2023 (y dos ‘bonus track’)

Lo prometido es deuda y los trayectos dan para mucho. Aquí van mis cinco ensayos favoritos de este 2023 que cada vez está más cerca del final. De menor a mayor disfrute, espero que os apetezca echarles un vistazo y, por qué no, perderos entre sus páginas. Yo lo hice y mereció la pena.

5. China, de Michael Wood, en Ático de los Libros. Hace un par de veranos, sin ninguna prisa pero saboreándolo a tope, leí Sueño en el pabellón rojo (el equivalente chino en importancia a nuestro Quijote). Desde entonces, por circunstancias de la vida, mi interés por China ha ido en aumento y, a través de diversas fuentes, la historia del «imperio del centro» me fue rodeando casi casi sin que me diera cuenta. Así que, cuando esta primavera Ático de los Libros —una de las mejores editoriales de ensayo histórico que conozco— publicó este magnífico texto de Michael Wood, que recorre la historia de China desde el principio de los tiempos, no me lo pensé dos veces y me hice con él. Decepción: cero. Leerlo es una maravilla.

4. El espacio de la imaginación, de Ian McEwan, en Anagrama. ¿Debe la escritura ser permeable a la realidad para tomar partido y ponerse a su servicio? ¿Convertirse en un arma que, desde el neblinoso mundo de la ficción y el pensamiento, trate de influir en lo que de verdad ocurre y mueve el mundo? En 1940 George Orwell reflexionó sobre esto en su ensayo El vientre de la ballena y, más de 80 años después, Ian McEwan le toma aquí el relevo. ¿Hay que escribir a la intemperie, dejándose vapulear por el viento y la tormenta, o aislarse para hacerlo en una habitación del pánico? Y todo en muy muy poquitas páginas. Una delicia.

3. Mi padre alemán, de Ricardo Dudda, en Libros del Asteroide. La lectura del finalista del II Premio de No Ficción de Libros del Asteroide fue para mí toda una sorpresa. El recorrido que, con una sencillez y una honestidad encomiables, Dudda hace por la vida de su padre y sus abuelos sirve de excusa para repasar no sólo la historia de Europa en el siglo XX, sino también —y esto es lo que me ha parecido más interesante— su dibujo, el mapa, las fronteras y los muros que, como reptiles, cambian con frecuencia, mucho más de lo que pensamos, porque todo sucede a cámara lenta; el recorrido de las líneas que dan forma a los países y las vidas de quienes los habitan. Aquí, lo que escribí sobre el ensayo cuando lo terminé, relacionándolo con lo que está ocurriendo en Israel y Palestina.

2. Los asesinos de la luna, de David Grann, en Random House. Primera mitad del siglo XX, petróleo, crímenes y una historia insólita, la de la comunidad india de los Osage en Oklahoma. Con una atención particular en los detalles, material gráfico sorprendente y una maestría poco habitual en la crónica, Grann nos relata cómo se cometieron algunos de los primeros asesinatos en serie de la historia de Estados Unidos. El interés del texto, que engancha como el mejor de los thrillers, alcanzó a Martin Scorsese, que lo ha adaptado al cine, convirtiéndolo en una «peliculita» de más de tres horas.

1. Film noir, de María Negroni, en La Marca Editora. Confieso que no sé si la edición es de 2023, pero sí ha sido en este otoño cuando yo lo he descubierto, en la pequeña librería de la filmoteca, en el Doré. Un libro corto y sobrio, que va más allá del cine para repasar los clichés, las vidas y las marcas de estilo de algunos de los personajes imprescindibles en la construcción de ese territorio cada vez más extenso que es el género negro tanto en el cine como en la literatura.

*… y dos bonus track:

No incluyo estos libros en el ranking porque, en el caso del primero, El estrecho puente del arte, de Virginia Woolf, en Páginas de Espuma, aún me quedan algunos ensayos por leer, aunque ya sé que no me decepcionarán (en el enlace del título tenéis lo que escribí cuando tuve la oportunidad de conversar en una comida de prensa con Rafael Accorinti, responsable de la edición); y en el caso del segundo, Japón, el archipiélago de las estaciones, de José Antonio de Ory, en La Línea del Horizonte, ya os he hablado de en numerosas ocasiones de mi interés por Japón y creo que ya sabéis hasta qué punto me parece interesante el enfoque del autor en estas crónicas, que para mí fueron fundamentales a la hora de aprender más sobre el país y documentarme para Las manos tan pequeñas. Tanto es así que creo que he visitado Japón dos veces: cuando volé hasta allí y cuando lo descubrí a través de la mirada nada maniquea y en absoluto tópica de De Ory.

Y esto es todo. Espero que mis lecturas os sean útiles. Eso me hará feliz.

Mis diez novelas indispensables de 2023

Gracias a la buena costumbre del diario, sé que hace justo un año publiqué mi lista de lecturas imprescindibles de 2022, así que aquí va una nueva lista, la de mis diez novelas indispensables de 2023. Esta vez el ensayo queda excluido. Si tengo tiempo, antes de que termine el año volveré por aquí para recomendar también algunos textos de no ficción pero, por ahora, vamos con las que para mí han sido las mejores «mentiras» de los últimos doce meses.

De menor a mayor disfrute personal, estas son mis diez favoritas.

10. Las bestias jóvenes, de Davide Longo, en Destino. La segunda entrega de ‘Los crímenes del Piamonte’, supera a la primera, que ya me gustó muchísimo. En esta ocasión, Bramard y Arcadipane se enfrentan al misterioso descubrimiento de varios esqueletos en una obra cerca de Turín, y serán los obstáculos que se encuentren en el camino de su investigación los que los comprometerán con ella al cien por cien. No pararán hasta dar con el origen de los restos y esto supondrá el descenso a una de las zonas más sombrías de la historia de Italia. Una novela negra MUY literaria, escrita por un discípulo de Alessandro Baricco en un tono nada común. Para los que queráis saber más, aquí va el enlace a la entrevista que mantuve recientemente con Longo.

9. Los misterios de la Taberna Kamogawa, de Hisashi Kashiwai, en Salamandra. No soy yo muy de cozy crime, sin embargo estos relatos encadenados, donde la mayor intriga reside en el origen y las recetas de los platos que han marcado la vida de los clientes de esta peculiar taberna, me cautivaron desde el principio. Descrita con aparente sencillez, la atmósfera que Kashiwai construye alrededor de sus personajes, que llegan hasta la callejuela de Kioto donde se esconde el local con la esperanza de recrear el sabor que probaron en algún momento decisivo de sus vidas, envuelve también a quien lee el libro y lo transporta a un Japón secreto, en el que la gastronomía es un pilar fundamental de la identidad y la memoria.

8. Sobre mi hija, de Kim Hye-jin, en Las afueras. La pasada primavera celebramos en la librería el mes de la literatura coreana y organizamos un club de lectura alrededor de esta novela donde el amor de una madre por su hija se sitúa en el centro de un relato tan sencillo como conmovedor. A veces querer a alguien implica quererlo a pesar de todo, porque querer no significa comprender las razones del otro o compartirlas; querer es también un ejercicio de una voluntad y una generosidad tremendas, y Kim Hey-jin refleja esta idea en su historia con un brillo excepcional.

7. Trilogía, de Jon Fosse, en De Conatus. Leí El otro nombre, la primera entrega de Septología, en 2019, después de un viaje a Oslo donde escuché hablar de Fosse por primera vez. Me gustó, pero con el tiempo no me dejo demasiado poso. Este otoño, tras la concesión a Fosse del Premio Nobel, la editorial De Conatus organizó un desayuno con libreros para celebrar el galardón y profundizar en la figura de este autor que, según nos contaron, lleva como apellido el nombre de su pueblo («Fosse» en noruego significa «catarata»). Fue en ese encuentro donde escuché hablar a Silvia, una de las editoras, de Trilogía, y todo lo que dijo me cautivó, así que empecé a leerla en cuanto volví a la librería y no me decepcionó ni un ápice. Al revés, toda su oscuridad me pareció, paradójicamente, luminosa. En Trilogía, una pareja joven se enfrenta a una cadena de rechazos y decepciones que los arrastra a los márgenes de la sociedad. Su reacción llena la historia. Si queréis saber más sobre mi descubrimiento de Fosse, en este enlace tenéis lo que escribí en ABC al día siguiente de que le dieran el premio.

6. Llevar en la piel, de Antonia Lassa (heterónimo de Luisa Etxenique), en Nocturna. Esta novela ha sido para mí uno de los descubrimientos del año. No es perfecta, pero sí brillante, distinta, tiene una voz nueva; algo que cristaliza en el perfil de su personaje protagonista, el detective Albert Larten, imposible de definir. El cadáver de una anciana millonaria aparece desnudo en el dormitorio de un sórdido apartamento turístico de Biarritz. Este es el punto de partida de una trama que juega con el género negro y lo disecciona minuciosamente ante nuestros ojos pulverizando clichés y acogiéndose a un tono a medio camino entre Pedro Almodóvar y Philippe Claudel. Pinchad aquí para leer mi reseña completa.

5. El retrato de casada, de Maggie O’Farrell, en Libros del Asteroide. Con Maggie O’Farrell tengo una relación conflictiva: a veces me gusta muchísimo y a veces abandono sus libros. Lo primero me pasó con el primer título suyo que leí, La extraña desaparición de Esme Lennox; lo segundo, con Hamnet. Así que, cuando me enfrenté a las primeras páginas de El retrato de casada, lo hice casi de puntillas, amparada en la prevención, pero me desarmó enseguida. Esta mezcla de relato de suspense y novela histórica —una combinación que ahora vuelve a estar de moda— funciona a la perfección. Florencia, siglo XVI, el precoz matrimonio de Lucrezia de´Medici y su misteriosa muerte, cambio de ritmo temporal, cambio de punto de vista, implicación de todos los sentidos… una pequeña joya.

4. Sobre la losa, de Fred Vargas, en Siruela. La undécima entrega de las andanzas del comisario Adamsberg no ha gustado a todo el mundo, pero yo soy de las que opina que es sin duda una de las mejores novelas de la serie, que lleva hasta el delirio algunos de los rituales más populares del universo creado por su autora. En un pequeño pueblo cercano al Castillo de Combourg una cadena de crímenes atroces reclama la atención de Adamsberg y parte de su equipo. Una huella distintiva de los asesinatos es que varias víctimas aparecen con un huevo roto entre las manos… y no voy a contar nada más. Podéis leer mi reseña aquí.

3. La luz difícil, de Tomás González, en Sexto Piso. La luz difícil es, sin exagerar, una pequeña obra maestra inmerecidamente olvidada en España durante décadas. Publicada originalmente en Alfaguara, el rescate de este emblemático título de Tomás González por parte de Sexto Piso es una de las alegrías editoriales de la temporada. Nadie debería perderse esta novela brevísima donde el autor relata la jornada de espera en la que van a notificarle al protagonista la muerte de su hijo, una muerte voluntaria para huir del sufrimiento terrible de la enfermedad. Dice la escritora Michelle Roche Rodríguez (y no se me ocurre mejor explicación) que se trata de una novela sobre las cosas cotidianas que no se detienen y siguen sucediendo mientras nos pasan cosas terribles… ese mundo que nunca se para y mira con desdén nuestra tragedia pero, al mismo tiempo, nos obliga con su luz inagotable a superarla.

2. La edad del vicio, de Deepti Kapoor, en Alfaguara. Un accidente en la madrugada de Nueva Delhi es la explosión de la que, como esquirlas, parten todas las tramas de esta odisea muy negra, pero también llena de fascinación y ternura por una ciudad que no nos llega tanto como debería, porque se traduce muy poca literatura india. En la línea de la también increíble Juegos sagrados, La edad del vicio funciona como un thriller, pero es mucho más, porque solo utiliza el género para «transportar» un mensaje y una descripción de lugares y caracteres mucho más profunda. Os dejo enlaces a mi entrevista a Deepti Kappor y mi reseña de la novela.

1. Fortuna, de Hernán Díaz, en Anagrama. Fortuna es un juego; un juego nada fácil entre autor y lector, nada fácil de poner en marcha y nada fácil de resolver con éxito. Pues bien, Hernán Díaz logra las dos cosas. No importa mucho el argumento de Fortuna, la biografía de un exitoso financiero en los Estados Unidos de finales del XIX y primer tercio del XX; importa la inquietud que se despierta en quien la lee cuando, a las pocas páginas de haber iniciado la novela notamos que algo indescriptible esta pasando, que quien la ha escrito nos está desafiando de una manera imposible de definir; una sospecha sobrevuela este relato dividido en cuatro partes solo en teoría independientes y desvelarla, lejos de dejarnos con la sensación de haber esperado mucho y haber recibido muy poco, nos dejara sobradamente satisfechos. Aquí os dejo los apuntes que escribí cuando la terminé.

Felices y navideñas lecturas.

Notas sobre ‘Mi padre alemán’ y algunos títulos para comprender mejor qué está pasando con Israel y Palestina

  • Mañana, jueves 2 de noviembre, a las 19:00, charlaré con Ricardo Dudda a propósito de Mi padre alemán en Cervantes y compañía. El acceso es libre y gratuito hasta completar el aforo.
  • La lectura del ensayo de Dudda, finalista del II Premio de No Ficción Libros del Asteroide, da pie a la reflexión y la bibliografía sobre la actual situación de Israel y Palestina.

Todas las guerras, como las familias felices de Tolstói, se parecen. Lo pienso mientras disfruto de las últimas páginas de Mi padre alemán acurrucada bajo el edredón, mientras la luz fría de este otoño que por fin ya es otoño se cuela por la claraboya, la mañana del Día de los Muertos. Por eso me entran ganas de volver a la librería y recomendar a diestro y siniestro el ensayo de Ricardo Dudda, sobre todo a quienes se interesan por los conflictos actuales y buscan información sobre la esencia de los países y las políticas, de los ejércitos y las colonizaciones… yo misma, a menudo, formo parte de ese grupo aficionado a la coyuntura y convencido de la originalidad de los acontecimientos. No discuto que así sea: al mismo tiempo, nada pasa dos veces y todo se repite una y otra vez.

María, Sara y yo, con ayuda de los comerciales, buscamos títulos que profundicen en la historia larguísima del conflicto entre Israel y Palestina. El cómic de Joe Sacco está agotado, pero existe la alternativa de Palestina. Arte y resistencia en Nayi Al-Ali, y yo recuerdo el librito minúsculo pero interesantísimo de Errata Naturae, que hace ya algunos años me recomendó Raquel Friera. Se llamaba A través de los muros, y llevaba en la cubierta un potente subtítulo: ‘Como el ejército israelí se apropió de la teoría crítica posmoderna y reinventó la guerra urbana’. También conservo en la memoria la lectura de la novela, triste y bellísima a la vez, de David Grossman La vida entera, del breve ensayo de Amos Oz Contra el fanatismo, y la cruda experiencia de adentrarme en El atentado, el relato de Yasmina Khadra en el que queda claro que apropiarnos del otro por completo, por mucho que nos acerquemos a él, por mucho que creamos amarlo y comprenderlo, resulta inalcanzable. Más banales, por lo que tienen de fresco cotidiano, pero igualmente esclarecedoras (porque en las rutinas residen los comienzos de todas las cosas excepcionales) son las novelas de Dror MIshani y Batya Gur, Tres y Asesinato en el Kibbutz.

Pero vuelvo a Dudda, que en la página 41 de su libro recoge la abolición, el 25 de febrero de 1947, del estado prusiano a partir de un breve texto firmado por los aliados, que termina así: «Queda abolido el estado prusiano junto con su gobierno central y todos sus órganos». Una sola frase capaz de arrancar de cuajo las raíces de un montón de historia y desanclar los recuerdos de varias generaciones de —y esta palabra me fascina por lo que tiene de salvoconducto y representación del 99’99% de la humanidad— «civiles». Los civiles siempre son víctimas, no pertenecen a ningún bando y sus odiseas personales transcurren en paralelo y en silencio, casi siempre incógnitas, a la sombra de esa otra Historia más grande, que solo nos representará después de muertos, pero muy pocas veces mientras estemos vivos y nos toque en mayor o menor medida lidiar con ella.

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27 formas de amor

Los científicos finlandeses de la Universidad Aalto han detectado 27 formas de amor. Lo leo un amanecer antes de levantarme, en la newsletter de noticias de Charo Marcos, y me quedo en la cama pensando en cómo se puede querer tanto y, sobre todo, con tanto matiz. Para mi sorpresa, descubro que, aunque mi escepticismo sigue ahí, marca registrada de la casa, una lucecita incipiente e intrusa se filtra por una grieta de mi habitual cerrazón.

Hoy es mi cumpleaños y, mientras escribo esto, con el café con leche a la izquierda del portátil, en la taza de flores azules de Silvia, Alessandra y Raquel, escucho a Rocío Jurado, protagonista del primer regalo recibido, el más inesperado, cantar Mi amante amigo. Está nublado, probablemente lloverá —siempre llueve en mis cumpleaños, en una ocasión hasta se me cayó el techo de la cocina por el peso del agua en el tejado, pero aún así lo celebré—, y yo sonrío y me emociono por el cariño que está y por el recientemente perdido y sin embargo atesorado para siempre.

Las mañanas son mi refugio, en concreto ese momento antes de salir de casa que empleo en desayunar con tranquilidad, alguna vez leer y sobre todo escribir mientras dejo entrar en mi intimidad las voces de aquellos a quienes quiero en alguna de esas misteriosas y bienvenidas 27 formas, que me permiten simultanear todos los afectos; las personas con las que comparto secretos y pasiones, pero también rutina, el día a día sin sobresaltos al que nunca le damos importancia y que, sin embargo, constituye sin duda el porcentaje más alto de nuestra existencia.

En su estudio, muy completo, los científicos también han intentado trazar un mapa, una geografía del cuerpo que sitúe cada tipo de amor en un lugar concreto de nuestra anatomía. La cabeza, las tripas, el corazón… las mejillas —yo me ruborizo cada dos por tres—… ante mí se extiende un código desconocido que me propongo descifrar: ¿«En calidad de qué» se quiere alguien?

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Probando, probando…

Me compro unos cascos y un micro, me inicio en un programa de edición de audio y trasteo con ellos convencida de que, más tarde o más temprano, les daré buen uso. Cuando eso ocurra, cuando se perfile del todo la idea de lo que quiero hacer con ellos, quiero estar preparada. Por eso me ejercito y grabo el principio de Las manos tan pequeñas.

Al volverlo a leer, recuerdo muchas cosas.

Escucha el principio de “Las manos tan pequeñas”

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