
“Love and Pain” (también “Vampiro”), de Munch
Me gusta esto que nos traemos entre manos, porque es sucio y limpio a la vez;
transparente y oscuro.
En sus contradicciones, debe de parecerse al fuego.
Alguien me contó que los que mueren quemados, durante sus últimos minutos de consciencia, sienten frío.
Y creo que así es, exactamente, esto que nos pasa: una palabra pequeña e inocua, como una llama, que pronunciada por ti anula mi criterio sobre el bien y el mal.
Y se convierte en orden.