
Regreso a Madrid cuando ya se ha declarado la pandemia y, al llegar a casa después de hacer la compra sin problema alguno, lista ya para el encierro, me pregunto a qué lugares me conducirá durante estas semanas mi deriva mental. Sentada en la cama, con la claraboya sobre mi cabeza, asisto al atardecer de un día precioso, casi de primavera y me reconozco incapaz de asimilar hasta qué punto la situación a la que nos enfrentamos, más allá de las terribles consecuencias del coronavirus, cambiará nuestras vidas, nuestros escenarios personales; cuántas decisiones que en otro contexto no se habrían tomado sí se tomarán, y cuántas ya adoptadas acabarán por revocarse; cuántas acciones preventivas, tanto individuales como colectivas, se convertirán en definitivas, aunque inicialmente fueran aprobadas de forma temporal.
El viaje acaba de empezar y, aunque seamos capaces de volver, el lugar del que partimos, como siempre ocurre, ya no será el mismo.
Por mi parte, creo que soy una mujer fuerte, pero la idea de la excepción, un veneno de efecto a corto plazo y no mortal, actúa como la sal en las heridas, que me reclaman, aunque por ahora me resisto a mirarlas, convencida de que, tal vez, si finjo que no existen desaparecerán.
Hace unas semanas charlé con Yasmina Khadra. El resultado de nuestro encuentro, al hilo de su novela más reciente, La deshonra de Sarah Ikker, se publicó ayer en ABC Cultural. Khadra me cayó bien, porque me rompió los esquemas, resultó ser un hombre mucho más afable de lo que había previsto, y más sabio también.
Me dijo que hace ya mucho que el alma del mundo está corrupta, y que, sin darle al Arte el valor protagonista que merece, la sociedad está perdida.
No me preocupan las necesidades evidentes, porque lo flagrante de su ausencia hará (hace ya) que luchemos por ellas.
Me preocupa todo aquello que es vital para nosotros y que, sin embargo, nos han enseñado sutilmente a despreciar.
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*Ánimo a todos en está reclusión forzosa. Os dejo mis lecturas inminentes, por si os apetece compartirlas y comentar:
—Cualquier otro día, de Dennis Lehane. Salamandra, 2020.
—Un amor cualquiera, de Jane Smiley. Sexto Piso, 2020.
—Boulder, de Eva Baltasar. Literatura Ramdom House, 2020.
—La pared, de Marlen Haushofer. Volcano Libros, 2020.