En el nombre del hijo (Seix Barral, 2019. 312 páginas. 18, 50 euros) utiliza su trama no para que nos interpelemos acerca de la justicia administrativa, sino para que reflexionemos sobre nuestra propia capacidad a la hora de emitir veredictos morales, algo que a menudo, como nos cuenta Donna Leon en su novela, hacemos con una sorprendente ligereza.