¡Por fin! Poco más de dos meses es lo que falta para que llegue a las librerías mi nueva novela, La doble desaparición de Abril del Pino y hoy me doy la alegría de compartir con vosotros sinopsis y portada. ¡Qué ganas de compartir también lectura!
Madrid, diciembre de 2024. En vísperas de la Navidad, la ciudad late entre luces, escaparates y prisas. Pero el brillo se apaga cuando Abril del Pino, la autora de novela negra más leída del país, desaparece sin dejar rastro. En su ático frente al Retiro todo parece en orden, aunque pronto la hipótesis del secuestro se impone como la más probable. Mientras miles de lectores siguen el caso con el alma en vilo, el inspector José Manuel Castillo rastrea las huellas de la escritora hasta Las Palabras Mágicas, una librería con encanto en la plaza de la Marina Española, regentada por Ágata Caballé. Allí, la misteriosa sociedad literaria Rame-Tep había celebrado su cena anual, con Abril como invitada de honor. Nadie imaginó que aquella sería su última aparición pública. A partir de ese momento, Castillo se adentra en un juego de medias verdades, pasados ocultos y silencios cómplices, que lo obligarán a mirar más allá de lo evidente. En ese laberinto de sospechas, Ágata Caballé se convierte en una presencia tan esquiva como necesaria, mientras entre Madrid y Valencia cada pista abre un nuevo interrogante… y cada personaje parece tener un motivo para mentir.
¿Por qué en la actualidad nos atrae tanto la ficción criminal asiática, ya sea literaria o audiovisual? En este episodio buscamos los motivos y repasamos algunos de los títulos fundamentales de la historia más oscura de esta riquísima literatura.
Además, conversamos con Marto Pariente, uno de los pocos autores españoles publicado por Gallimard.
Galindo y yo esperamos con muchas ganas vuestro feedback.
¿Por qué nos gusta tanto la novela de espías? ¿Qué nos atrae de aquellos que ocultan su identidad para robar todos los secretos y participar de la guerra invisible e infinita del poder, ya sea político, económico o pasional?
En el tercer episodio de Sanmartín & Galindo repasamos los mejores títulos del género a lo largo de su historia, acompañados de alguien que lo conoce muy bien, el escritor y guionista Jorge Díaz.
Continuamos con el repaso a la mejor ficción criminal de todos los tiempos, compartimos las sugerencias de nuestros oyentes y hacemos un breve repaso a la actualidad del género. Haz clic sobre la imagen y escucha el episodio completo.
Escríbenos y comparte tus títulos favoritos y consultas: sanmartinygalindo@gmail.com.
Tom Hindle estaba trabajando en una historia de crímenes ambientada en un funeral en Yorkshire, cuando decidió irse de vacaciones con su mujer al Lago de Garda, en Italia, muy cerca de Verona, y cambió de idea. La belleza del lugar lo animó, no solo a cambiar el escenario de su ficción en curso, sino también a transformar el funeral en una boda, un gran acierto que cristalizó en Asesinato en el lago de Garda (Ático de los Libros, 2025), una intriga tan sofisticada como opresiva, que planea en círculos concéntricos, al más puro estilo The White Lotus, alrededor del nutrido grupo de invitados a un enlace de la alta sociedad, cuya celebración se verá frustrada a causa, por supuesto, de un asesinato terrible.
En la línea de La lista de invitados, de Lucy Foley, para relatarnos la historia del delito y el descubrimiento del culpable, Hindle no se conforma con un solo punto de vista —a pesar de contar con una voz principal, la de Robin, joven periodista reconvertida en camarera, que enamorada del hermano pequeño del novio se ve de pronto inmersa en un mundo de glamour, lujos y apariencias que no es el suyo—, sino que nos presenta una narración coral, en la que se mezclan las versiones de los inocentes y las de los sospechosos en una combinación poco habitual y muy bienvenida en el relato criminal literario, donde a menudo parece suficiente que el investigador nos lleve de la mano: «Quería que el lector tuviera una imagen completa de lo que estaba ocurriendo y eso no podía ser solo con Robin. Todos mis personajes, además, tienen un papel activo en la intriga central y eso también quería mostrarlo. El lector de este tipo de novelas quiere adelantarse a la conclusión final y ser el primero en resolver el misterio. Para eso, necesita todas las piezas, y eso es algo que Robin, sola y sin ser policía, no podía darle. La mayoría de las novelas de género se conforman con seguir únicamente al detective, pero no es el caso de este libro y eso me divierte bastante. Es una forma de jugar con el lector y potenciar su empatía hacia todos los personajes, incluso hacia el asesino, lo que otorga una mayor complejidad a la novela.
—Sin embargo, eso no implica que renuncie a la estructura de la novela de enigma más clásica. Al contrario, se nutre de ella y el resultado es magnifico. ¿Por qué cree que en el siglo XXI sigue funcionando?
La novela de enigma nos gusta porque es un desafío entre el lector y el autor. De esto vamos a disfrutar siempre, desde los tiempos de Agatha Chirstie, a quien considero un genio, conocedora en profundidad de la naturaleza humana, hasta hoy. Además, la fórmula puede ponerse al día: se puede modernizar la estructura, sobre todo con las redes sociales, tan actuales e inexistentes en el tiempo de Christie. De hecho, una de mis protagonistas es una influencer.
—Junto a ella, un elenco de clase alta que, mientras disfrutaba de la historia, me hizo plantearme por qué nos gusta tanto leer sobre lo que no tenemos.
Yo soy una persona de clase media, pero creo que nos resulta fascinante asomarnos al mundo de la élite; en el Reino Unido, con la monarquía y los lores, más que en ninguna parte. Además, como ocurre en The White Lotus, que usted ha mencionado al principio, Asesinato en el lago de Garda nos muestra a gente con poder a la que un uso torticero del mismo le pasa factura y, observándolos, ajena por completo a ese círculo, está Robin, y el relato es suyo.
—¿Y qué lee alguien que maneja tan bien la fórmula? Recomiéndeme tres clásicos criminales que no me pueda perder.
Si te interesa, puedes escribirme a marina@cervantesycia.com
En El Laboratorio del Crimen leemos e investigamos para convertirnos en un espacio de referencia para el estudio y, sobre todo, el disfrute de la literatura criminal
Dos encuentros mensuales, con posibilidad de asistencia virtual
Coste del curso: dos cuatrimestres, 200€; un cuatrimestre, 125€; matrícula mensual, 40€*
*Para asistentes a talleres anteriores y miembros del club de lectura de novela negra: matrícula completa, 150€; matrícula del primer cuatrimestre, 90; un mes, 30€.
El Laboratorio del Crimen abre sus puertas con la intención de convertirse en un espacio de referencia para el estudio y, sobre todo, el disfrute de la literatura criminal, y lo hace añadiendo al placer de la lectura del género la posibilidad de compartir lo leído y multiplicar tanto el entretenimiento como el aprendizaje mediante el intercambio de opiniones, conocimientos y lecturas.
A partir de dos sesiones fijas mensuales y un listado de lecturas recomendadas para profundizar en los temas del programa, el objetivo es que, alrededor de las mismas, vivamos el día a día del crimen en la literatura y surjan nuevos enfoques e iniciativas que conviertan los encuentros previstos en una pista de despegue para explorar otros planteamientos de la ficción criminal y adoptar sobre ella enfoques nuevos.
Por otra parte, además de a los miembros del laboratorio, el grupo queda abierto desde su creación a las propuestas de editoriales, autores y otros agentes especializados, que quieran compartir con nosotros sus títulos y su experiencia.
Para resolver cualquier duda o ampliar la información que os dejo a continuación, podéis escribirme a marina@cervantesycia.com.
CONTENIDOS,FECHAS Y HORARIO:
PRIMER CUATRIMESTRE
OCTUBRE – EL DETECTIVE Y LA DENUNCIA SOCIAL
Fechas: Martes 22 de octubre a las 19:00hs (encuentro de presentación del ciclo y el tema, y reparto de materiales) y sábado 2 de noviembre a las 11:30hs (vermú y valoración final). A lo largo del mes estableceremos por consenso la fecha de un encuentro virtual para quien no tenga posibilidad de asistir a las citas presenciales. Por otra parte, la comunicación a través de correo electrónico para compartir información y materiales será constante a lo largo del año.
Lecturas: El largo adiós, de Raymond Chandler,y Conversaciones sobre la escritura, de Andrea Camilleri y Manuel Vázquez Montalbán.
NOVIEMBRE – EL ASESINO Y EL CRIMEN
Fechas: Martes 19 de noviembre a las 19:00hs (primera aproximación al tema y reparto de materiales) y sábado 30 de noviembre a las 11:30hs (vermú y valoración final). A lo largo del mes estableceremos por consenso la fecha de un encuentro virtual para quien no tenga posibilidad de asistir a las citas presenciales.
Lecturas: El talento de Mr. Ripley, de Patricia Highsmith, y La ciudad de los vivos, de Nicola Lagoia.
ENERO – EL SOSPECHOSO Y LA NOVELA DE HABITACIÓN CERRADA
Fechas: Martes 14 a las 19:00hs (primera aproximación al tema y reparto de materiales) y sábado 25 a las 11:30hs (vermú y valoración final). A lo largo del mes estableceremos por consenso la fecha de un encuentro virtual para quien no tenga posibilidad de asistir a las citas presenciales.
Lecturas: Asesinato en el Orient Express y Ven y dime como vives, ambos de Agatha Christie.
FEBRERO – EL PERSONAJE INVISIBLE Y EL SUSPENSE
Fechas: Martes 11 a las 19:00hs (primera aproximación al tema y reparto de materiales) y sábado 22 a las 11:30hs (vermú y valoración final). A lo largo del mes estableceremos por consenso la fecha de un encuentro virtual para quien no tenga posibilidad de asistir a las citas presenciales.
Lecturas: Rebeca, de Daphne du Maurier, y Suspense, de Patricia Highsmith.
SEGUNDO CUATRIMESTRE
MARZO –LA EVOLUCIÓN DE LOS PERSONAJES FEMENINOS Y LA MUJER EN LA NOVELA NEGRA
Fechas: Martes 11 a las 19:00hs (primera aproximación al tema y reparto de materiales) y sábado 29 a las 11:30hs (vermú y valoración final). A lo largo del mes estableceremos por consenso la fecha de un encuentro virtual para quien no tenga posibilidad de asistir a las citas presenciales.
Lecturas: La llave de cristal, de Dashiell Hammett, Out, de Natsuo Kirino, Mi querido asesino en serie, de Alicia Giménez Bartlett, y Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson.
ABRIL – EL CRIMEN Y LA HISTORIA
Fechas: Martes 8 a las 19:00hs (primera aproximación al tema y reparto de materiales) y sábado 26 a las 11:30hs (vermú y valoración final). A lo largo del mes estableceremos por consenso la fecha de un encuentro virtual para quien no tenga posibilidad de asistir a las citas presenciales.
Lecturas: La hija del tiempo, de Josephine Tey, 1793, de Niklas Natt och Dag y Diccionario apasionado de la novela negra, de Pierre Lemaitre.
MAYO – EL PSICÓPATA Y EL THRILLER
Fechas: Martes 6 a las 19:00hs (primera aproximación al tema y reparto de materiales) y sábado 24 a las 11:30hs (vermú y valoración final). A lo largo del mes estableceremos por consenso la fecha de un encuentro virtual para quien no tenga posibilidad de asistir a las citas presenciales.
Lecturas: El silencio de los corderos, de Thomas Harris, American Psycho, de Breat Easton Ellis, y Sopa de miso,de Ryu Murakami.
JUNIO – OTROS TEMAS FUNDAMENTALES DEL GÉNERO: LA CÁRCEL Y LA DESAPARICIÓN
Fechas: Martes 3 a las 19:00hs (primera aproximación al tema y reparto de materiales) y sábado 21 a las 11:30hs (vermú y valoración final). A lo largo del mes estableceremos por consenso la fecha de un encuentro virtual para quien no tenga posibilidad de asistir a las citas presenciales.
Bibliografía recomendada: Perdida, de Gillian Flynn, y En el patio, de Malcom Braly.
PRECIO DE LA INSCRIPCIÓN:
Matrícula completa, 200€.
Matrícula del primer cuatrimestre, 125€.
Matrícula mensual, 40€*.
*Para asistentes a talleres anteriores y miembros del club de lectura de novela negra: matrícula completa, 150€; matrícula del primer cuatrimestre, 90; un mes, 30€.
¿CÓMO INSCRIBIRSE?
—A través de Paypal, realizando el pago de la inscripción clicando AQUÍ e indicando en el concepto «Alta + nombre del inscrito/a + ciclo completo, primer cuatrimestre o nombre de la sesión/es elegida».
—Para inscribiros mediante transferencia o Bizum, podéis enviarme un correo electrónico y os facilitaré los datos necesarios. Mi dirección es marina@cervantesycia.com.
“Las manos tan pequeñas” opta al Premio a la Mejor Novela de la décima edición del festival Valencia Negra, junto con otros cuatro títulos de novelistas que convierten el hecho de estar nominada ya en una victoria.
Además, son los lectores quienes, con su voto, eligen el título ganador. Si quieres participar con el tuyo, puedes hacerlo pinchando AQUÍ.
La escritora Arantza Portabales (San Sebastián, 1973)
Se define como “una señora de provincias que viene de hacer lasaña en la Thermomix” y, mientras me resume brevemente su trayectoria, me alegra que ella inaugure este ciclo de entrevistas veraniegas en primera persona, porque a su sucinta descripción de sí misma, detrás de la palabra “Thermomix”, yo añadiría el adjetivo “extraordinaria”. Y es que Arantza Portabales no puede esconder su excepcionalidad durante demasiado tiempo. Basta con escucharla hablar sobre su nueva novela, La vida secreta de Úrsula Bas, tan solo unos minutos, para darse cuenta de que esta mujer de conversación inteligente y melena larguísima, que compagina su trabajo como interventora con el de escribir historias plagadas de misterio, es todo menos corriente y en su interior esconde uno de esos mundos complejísimos en los que conviven en perfecto equilibrio las luces y las sombras, y apetece perderse sin escatimar las horas.
Autora de los libros de narrativa breve A celeste la compré en un rastrillo(2015) e Historias De Mentes (2020), Portabales vio como su carrera, salpicada de premios y reconocimientos, se consolidaba cuando la editora María Fasce se la llevó a Lumen para publicar la traducción del gallego al castellano de Deje su mensaje después de la señal(2018), una novela coral, protagonizada por cuatro mujeres enganchadas a un contestador automático. Después llegó el noir y la puesta en órbita, con Belleza roja(2021), de dos personajes muy atractivos y nada maniqueos: el comisario Santi Abad y la joven policía Ana Barroso, ambos también eje central de La vida secreta…, donde tendrán que dar con el paradero de Úrsula Bas, una afamada escritora con amplia presencia en las redes y una vida perfecta, al menos en apariencia, que una tarde se desvanece sin dejar rastro, como un fantasma, en las calles de Santiago de Compostela.
“Vivimos en una sociedad de gente muy sola, que necesita que le hagan caso”, y eso no significa que no tengamos a nadie sentado a nuestro lado en el sofá, significa que a menudo la compañía física no viene de la mano de la compañía espiritual, lo que equivale a un buen puñado de almas solas y vulnerables, muy fáciles de atrapar por aquellos que solo pretenden hacer daño.
LA CRISIS, LA ADRENALINA Y EL MIEDO
—¿Cómo llegó a la novela policiaca? Llegué leyendo. Descubrí en mis primeras lecturas a Los Hollister y a Agatha Christie y, aparte de su carácter adictivo, me sentí fascinada por unos textos formalmente simples, pero psicológicamente muy complejos. Además, a mí el género negro me sosiega. Después de Deje su mensaje…, necesitaba escribir algo que no me exigiera tanto a nivel emocional, y eso el noir me lo permitía, aunque sólo hasta cierto punto, porque los lectores me han hecho ver que mi voz de autora se reconoce en cualquiera de mis obras, no importa lo que escriba, ya que me encanta y no puedo evitar meterme en la mente de mis personajes y explorarla al máximo. Me gusta más contar desde dentro que desde fuera.
—Al conocer a Úrsula Bas es imposible no pensar en usted, también escritora de éxito. ¿Se identifica con ella? Con ella y con cada uno de mis personajes, aunque a la vez todos tienen un punto universal, que permite que el lector se conmueva y se reconozca en sus perfiles. Úrsula Bas se encuentra en un momento existencial importante, en el que ha decidido que quiere vivir como si fuera a morir mañana; una sensación que hemos experimentado todos, desde la señora que empieza a patinar con 45 años, porque se encapricha de un patinador, al señor que, con esa misma edad, se compra un Porsche; es un momento en el que nos exigimos sentirnos vivos y que siempre llega al volver la vista atrás y comprobar que el principio del camino queda tan lejos que ya no se ve.
—Una situación emocional que comparten varios protagonistas de La vida secreta…Es que yo creo que vivimos en un constante punto de inflexión, con carácter general y afortunadamente, porque sería terrible que nuestra vida fuera una repetición eterna de cosas que no nos aportan nada. Hay que vivir de verdad, hay mucha gente que camina dormida, pero la pandemia nos ha dejado esto muy claro: nos ha hecho ver que no queremos estar quietos.
—Visto así, hasta le encuentro cierto atractivo a la crisis individual permanente. Sí, si tiene un punto de revulsión. Sin su depresión, Úrsula Bas no se hubiera convertido en escritora y, sin ciertas experiencias clave de mi vida, yo tampoco lo habría hecho. Cuando somos jóvenes, actuamos por impulsos, convencidos de que la sabiduría nos llegará sin esfuerzo en la edad adulta. Sin embargo, conforme vamos envejeciendo, nos damos cuenta que no somos sabios ni tampoco ya capaces de actuar de esa manera impulsiva que tan fácil nos resultaba en la juventud, y esto es terrible. La crisis, la adrenalina y el miedo están para hacernos correr, saltar y seguir vivos.
“EL MALO SOY YO”
—Cuénteme como nacen Abad y Barroso. Cuando escribí Belleza roja, la planifiqué al milímetro y tenía claro que contaría con un único investigador, Santi Abad, que iba a caerme muy mal y sobre el que no iba a descansar el peso de la investigación. Pero, de repente, un día, mientras estaba escribiendo, en el despacho de Abad entró Ana Barroso y descubrí que la necesitaba: era un personaje fresco, dinámico y con ganas, y, por supuesto, imprevisto. Lo que multiplicó mi sorpresa es que, además, iniciaran una relación personal, sobre todo porque Abad es un hombre muy gris, que a mí misma no me gusta y con muchísimos demonios.
—Sí, pero aún así logra que se empatice con él. Es verdad. He conseguido que los lectores conecten y empaticen con quien no se debe.
—Con un policía que, en su vida privada, es un maltratador. Exacto, y eso que, en esta segunda entrega de la serie, Abad ya ha tomado las riendas de su problema y hace algo bien: comprender que la culpa está en él y no en las situaciones que genera; asume la responsabilidad del problema, algo dificilísimo, ya no en el caso de los maltratadores, que también, sino en el del sistema. Vivimos en una sociedad en la que nadie asume públicamente sus culpas… y es en un contexto así donde Abad acepta la suya y dice: “el malo soy yo”. En este sentido, tenemos mucho que aprender de él.
—¿Por qué eligió el maltrato como el pecado de Abad? Primero, porque es un tema que me interesa y, tristemente y dada su actualidad, interesa en general, tanto el maltrato físico como el psicológico; y, segundo, porque buscaba un problema contra el que mi personaje pudiera luchar. La mente es una gran desconocida, para la que no hay normas. Eso sí, no creo en la redención ni por amor ni por bondad.
—Lo que más me sorprende es ese “por amor”. Aunque parezca mentira, siempre hay alguien dispuesto o dispuesta a querer a losmalvados… Recuerde la fantástica Tenemos que hablar de Kevin. No se me ocurre mejor ejemplo. Hasta la persona más horrible del mundo tiene alguien que la quiere, por lo general su madre —aclara riendo—. Y luego está lo mucho que nos atrae el mal.
LA DESTRUCCIÓN DE LA TRAMA
—¿Cómo construye las tramas? Sería mejor decir que las destruyo —vuelve a reír—. Me viene la idea a la cabeza a partir de las cosas que me pasan. En el caso de Úrsula B., yo misma he creado algunos vínculos de amistad por Internet y me ha sorprendido la intensidad de las relaciones establecidas a través de las redes y el WhatsApp, algo posible porque la distancia que te permiten estos canales facilita la evolución y la rápida intimidad de las relaciones. Por otro lado, yo quería hablar en esta novela de la crisis existencial. En Belleza roja exploré mucho el tema de la culpa y aquí quería profundizar en el hecho de que alguien a veces se cree feliz y no lo es, y de como ese estado nos anima a imponernos sobre el miedo, como le pasa a Úrsula Bas, y a caminar por la vida sin red.
—Más allá de los temas, yo definiría su forma de narrar como muy honesta,no es de esa clase de novelistas de intriga que llegan a la conclusión de sus misterios como el mago que saca un conejo de la chisteray eso es muy de agradecer. Una premisa fundamental de mi literatura es no mentir al lector y mostrarle la verdad en cada línea, aunque él no sea capaz de verla.
—¿Y qué diferencia su estilo? ¿Qué aporta Arantza Portabales a la novela negra? Creo que las historias están todas contadas, pero cada uno las contamos de forma distinta. Yo las cuento desde dentro, con una voz del siglo XXI, con una voz de mujer y, muy importante, no cuento historias de mujeres, cuento historias de personas. No me muevo muy bien por las geografías físicas, pero lo hago fenomenal por las geografías humanas. Analizo bien los sentimientos, me gusta golpear en la barriga al lector y que, cuando cierre un libro mío, piense cuánto hay de él en esas páginas.
La pandemia divide a la humanidad entre observadores y víctimas. Sobre los primeros, pende el miedo constante a cruzar al otro lado y caer enfermo o perder a alguien. Sobre los segundos, se impone el dolor, que siempre trae con él una dramática y prolongada ceguera. En estas circunstancias, pensar en el futuro, imaginar siquiera qué es lo que estamos haciendo mal y qué condicionará el escenario que, aunque ahora nos parezca mentira, tendrá que venir, invariablemente nos hace sentir culpables.
Se clava una punzada en el corazón.
Y yo me despierto de la siesta para recordarme que no he escrito hoy.
Odio este tiempo. Le pertenezco y, a la vez, lo analizo con aversión. Ha sacado lo mejor de las voces anónimas y lo peor del cien por cien de nuestros líderes. Aunque ¿quién sirve para liderar el hundimiento? ¿Quién para comprender que, quizás, la única posibilidad de supervivencia pasa por hundirse primero para salir a flote después? Como en el caso del coche que cae al mar en un accidente: para salvarse y poder nadar hasta la superficie es necesario aguantar en el interior hasta que el vehículo toca fondo y se llena de agua, de lo contrario la presión no dejará abrir ninguna puerta… y moriremos.
Pero yo no sé nada, solo que no he escrito hoy.
Así que tomo decisiones. Detecto a los culpables de este bloqueo que empieza a ser preocupante y solo se suaviza cuando leo; cuando leo, me concentro.
Devoro La noche de plata, de Elia Barceló, y entre sus páginas me olvido de una angustia que poco tiene que ver con el virus y mucho con las mil cosas que, afortunadamente, pueblan mi cotidianidad, tan llena incluso en este semiencierro, sellado con la lluvia y el zumbido de los helicópteros, que nos están trastornando a todos.
Soy afortunada, pero mi vida debe quedarse desnuda, hay que podarla de lo prescindible; vaciarla del ruido, como si se tratara de una pista de audio en el montaje de uno de esos podcast tan de moda. La situación exige ser implacable.
A falta de enfrentarme a un texto que resuma mi 2019 en lo personal, he aquí mi lista de mejores lecturas del año, de más a menos. No todas son novedades. No todas son novelas negras, pero todas comparten una cosa: me han dicho algo nuevo o me han hecho mirar lo que ya conocía de manera diferente.
Si os atrevéis con alguna o ya lo habéis hecho, espero que me contéis.
1. Compartido: La exposición, de Nathalie Léger (Acantilado) y Las madres no, de Katixa Agirre (Tránsito).
10. Invierno, de Elvira Valgañón (Pepitas de Calabaza).
Y aparte de estos diez y sin atreverme mucho con mi propio criterio, porque la poesía no es mi terreno, un par de poemarios que me han erizado la piel…
Matar poetas, de Juan Cobos Wilkins (Fundación José Manuel Lara).